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sábado, 14 de mayo de 2011

101 kilómetros de Ronda

Hace ya algún que otro año tenía en mente “participar” en una prueba como los 101 de Ronda, pero lo veía tan lejos… Sinceramente pensaba que estaba hecho sólo para gente de otra galaxia, pero me he dado cuenta que no es así, de hecho, he conseguido terminarla, y no soy de otra galaxia…

Por las calles de Ronda, poco después de la Salida


Así, cuando te marcas una meta en una carrera, pretendes bajar de este o aquel tiempo, hacer el km. a tanto por minuto, pero cuando haces 101 Kms. ¿Qué te marcas? ¿Qué haces después de 35 Kms, y se empiezan a montar los gemelos? ¿Qué pasa por tu cabeza cuando empiezas a sudar porque tienes más hambre que pluto? ¿A dónde miras cuando tus vejigas te dicen que pares y tú dices que quieres seguir? O cuando estas en plena noche cerrada, con una luz en la frente y después de 85 Kms.

La Camiseta, y el famoso "Ladrillo"

Para los que no somos de otro planeta, para los que nos sacrificamos día a día, cualquier meta es buena, cualquier recompensa es gratificante, por pequeña que sea, pero mi mayor recompensa ha sido poder finalizar los 101 de Ronda, y acorde a lo que es la prueba diríamos que de forma más que aceptable. Pero no les hago esperar más, pasen, pasen que les cuento…

Alfonso´s, Alberto, Isa y Manoli, junto con el que les habla formamos el grupo inicial, en los que ya una sorprendente Isa aguantó los primeros 45 min. Alberto decide quedarse con su mujer, que tras mi llamada me confirma que se queda, de manera que Alfonso e Ildefonso parecen encabezar el pelotón, junto con Manoli, que presenta su estado de forma impecable y se adelanta a los ya referidos Alfonso´s en algunas ocasiones.

En base a mi preparación, decido y les comento, que no tengo intención de tirar tanto,  pues ya me han dado varios amagos de montarse los gemelos y tengo que reservar, aún así los primeros 40 Kms pasan relativamente cómodos, sin grandes contratiempos, quizás un poco forzados porque Alfonso y Manoli parecen marcharse, y trato  levemente de seguirles, pero como ya les he dicho, ya estaba decidido a parar el carro, o pagaría caro mi atrevimiento.

Ya en el km. 57 me llega mi Primer Tío del mazo y me dice que qué pasa, que si no como hoy, gracias a Dios, aunque estábamos entrando en Setenil, llevaba una barrita de cereales que minimiza mi pájara y minutos después entramos en Setenil donde puedo reponer fuerzas, cambiarme de zapatillas, pues ya amenazaban las vejigas, me hago con el frontal(Que se me quedó sin luz, ya veremos cuando coja al que me lo vendió).


Salimos de Setenil,  Alfonso incluso se marcha hasta 200 m. en algunas ocasiones, pero unos repentinos “retortijones” le hacen pararse y pararse para pedir papel higiénico y blá blá blá… de forma que termina cediendo y el otro Alfonso decide quedarse con el. Manoli está por tirar, su intención sería presentarse por la mañana en La Carolina, y se me pasa gran parte del camino achuchándome y metiéndome prisa (Apenas si comía y Bebía). Así, con relativa soltura conseguimos llegar hasta el Km. 78, donde entramos en el Cuartel de la legión, comemos, de forma rápida, eso sí, y  cambio las mallas cortas por las largas, me hago con mi camiseta del Cronos (ya estoy pensando en llegar) y sin mucho preparo más salimos en busca de la Ermita.

Trato de hacerme fuerte y pienso que ya he pasado alguna pájara, aguanto bien las vejigas y los gemelos y el pinchazo de la parte trasera del muslo no me duelen (¡Cóncholis si estoy bien me digo, no me duele nada, estoy cansado, pero no me duele nada!), reconozco que soy algo quejica a veces, y esta es una de esas veces, por lo que me repito y repito, que voy a terminar, en el km. 80 ó 90 por estar cansado no te puedes retirar, puedes ir más despacio pero no retirarte…


Los Intrépidos Atletas, antes de la Salida...

En la lejanía, se observan un sinfín de luciérnagas,  (marchadores con sus luces), más en la parte delantera que trasera, Manoli aprovecha la subida para probar el asfalto sin hacerse mucho daño, “casi a plomo”. Apenas si nos detuvimos, pero en la famosa Ermita nos detenemos un momento para verla y bajamos a ritmo constante, incluso en algunos momentos se torna peligroso por lo sinuoso del camino, Manoli prefiere que yo marche delante, no obstante, el camino se hace por unos momentos francamente duro, charcas casi intransitables, ramales que te arañan ofreciéndote su mejor recuerdo, que junto con la noche cerrada  y un camino pedregoso te hacen pensar que haces allí metido, en plena oscuridad de la noche, con una mujer que corre por el mismo motivo que tú y que te pisa los talones…

Mi compañera de fatigas en estos Kms,  me dice que está deseando salir de aquel pozo, a lo cual gesticulo confirmándole que no tiene menos ganas que yo.

Una vez salidos al asfalto y después de trotar un poco,(nos encontramos en el Km. 90/91, Manoli parece venirse abajo, no quiero darle mucha importancia y la animo a seguir trotando, me adelanto unos metros, la grito (con gracia para animarla un poco), pero el Tío del Mazo la compaña, va al límite, yo trato de distraerla preguntándole cuantas maratones ha hecho, me dice que trece (el que quiera que dude de ella), y así poco a poco, llegamos a la Cuesta del Cachondeo ¡Vamos, cachondeo puro! así que ya no le digo nada, subo a su ritmo y me comenta que no puede más, que está casi mareada, lo que me hace ponerme a su altura, y tratar de animarla de la mejor forma que  puedo para conseguir coronar  algo de llanura de las calles de Ronda. Decido enfundarme encima de la ropa que llevaba puesta mi camiseta del Cronos y Manoli ya llegando, me dice que trotamos para entrar, a lo que conseguimos entrar en meta como príncipes del Olimpo, en 15 Horas y 59 Minutos.

Nos entregan nuestro “ladrillo”, recogemos nuestra sudadera, comemos algo, a lo que Alfonso consigue entrar 40 Min. después.

Ya con nuestras mochilas, marchamos cada uno a nuestro aposento, donde me quito las zapatillas, y me hecho en la cama tal cual, no tardo un minuto en quedarme dormido.  (Para los que padecen de insomnio les recomiendo inequívocamente esta prueba,  te da unas ganas de tumbarte en la cama y dormir, que ni un Tranxil… de  50).

Alberto e Isa  consiguen también entrar en meta en 20 horas, por lo que desde aquí, no me queda más remedio que dedicar unas palabras, más a Isa que Alberto, para ofrecerle mi más sincera enhorabuena por conseguir terminar una prueba en la que incluso el mismísimo Alberto dudaba de que terminara su mujer. ¡Enhorabuena Isa!

Mis felicitaciones también para todo el Grupo que formamos, solamente las qganas que le pusimos ya era sinónimo de éxito.

Por supuesto, tampoco quiero dejar de pasar esta oportunidad para felicitar y agradecer a Manoli su compañía en toda la carrera, especialmente desde el Km. 60+- que fue cuando nos quedamos "solos" ante el peligro, y por terminar los 101 Kms. con la garra y el coraje dignos de cualquier elogio. ¡Felicidades!

Ciertamente reconozco que ha sido una experiencia única, dura, pero única. En la que dicen, hay que tener la cabeza muy bien amueblada (aunque eso es para dudarlo, estoy casi calvo y he terminado).


Mis Kayano, probecitas, también necesitan recuperarse, tambien...

Para terminar, quisiera agradecer, en primer lugar, a mi Club por apoyarme en una prueba tan dura, a la organización de los 101 de Ronda, por hacernos más "llevaderos" los 101 Kms, y en sn segundo lugar, dedicarle este, uno de mis mayores esfuerzos deportivos, a todos y todas las que me aprecian, me apoyan, y se alegran de que consiga las metas que me marco, y, especialmente a los que como tú,  se esfuerzan en progresar día a día, en ver una nueva meta en el horizonte, donde mañana, seguro, estarás tú…

Gracias.
Andrés, y el mundo al revés…