Este fin de semana, más concretamente el 20 de Marzo hemos hecho una visita a la Capital Lisboeta para participar en la Media Maratón de Lisboa. Afortunadamente todo ha terminado bien, hasta lo menos bueno, pero pasen, pasen y vean que ya les cuento…
Después de conjeturas, meses de preparación y esfuerzo, Alberto, Palomo y el que escribe logran concretar un grupo relativamente numeroso para asistir a Lisboa el 20 de Marzo, lo que empezó como una ilusión termino como una realidad. Eso sí, no ha sido un camino de rosas, autobús, hotel, inscripciones… todo parece fácil, es como sacarse el teórico de conducir y al día siguiente montarte en un coche ¿Sabes conducir? Digamos que no, pero si decimos ¿Te gusta conducir? (Como el anuncio de TV) pues claro que sí…
Lo cierto es que poco a poco hemos ido cerrando detalles y nos hemos plantado el 18 de Marzo por la noche en la Avenida de Andalucía. Después de reuniones y reuniones el Bús partía camino Lisboa, nerviosismo, y tensión podrían resumir estos momentos previos a la salida.
Ya en marcha el Bus, se consigue un poco más de calma y todos parecen estar bastante animados, tanto que en principio parece imposible dormir, y no es hasta avanzada la noche cuando la gente empieza a recoger parte del sueño acumulado y se van durmiendo poco a poco, parece que les hubiéramos dado somníferos, pero no, no la euforia dio paso a la cabezadita, casi todos, menos a Conce, que ya decía que no podía dormirse…
Personalmente el viaje no se me hizo muy pesado, pero si es cierto que son muchos Kms. y para alguno seguramente se le hizo pesado (la próxima aventura del Cronos ya está en el aire, ya se huele, pero en avión, vayan ahorrando que en breve les contamos).
Amanece y ya estamos en Lisboa, desayuno para hacer tiempo para recoger los dorsales, camiseta técnica que gracias a Lolo (sin querer) se convierte en técnica para nuestros compañeros de los 7 Kms. que juegan a la equivocación para cambiar la de algodón por una técnica, en cierto modo pagar 36 € por una carrera con camiseta de algodón es como pagar 50 € por un lápiz en los chinos…
Acto seguido nos dirigimos al hotel, que tenían preparada la distribución de habitaciones y aparte del ansia propia de la gente por entrar, no tenemos más que agradecer al hotel su disponibilidad para/con nosotros. Quiero pensar que todos y todas piensan de la misma forma.
Pasamos la mañana en Lisboa, andando y andando viendo y viendo cosas por la ciudad (el cansancio se acumula en las piernas, y yo lo noté un poco, claro que a eso le sumamos las 2 cervezas de la comida, las 3 latas que me tomé por la noche, el tío de la lata y el sol de la Carrera ¿Qué más puedo pedir?
Nuestro día libre creo que fuer más que aprovechado por tod@s, cada uno a su forma, unos descansando, otros disfrutando al máximo y otros ni una ni otra…
Lo cierto es que a medida que se acerca la noche, ya cada uno va acercándose al hotel, y cuando ya algunos parecen acostarse, parece el, extraño, algunos no comprenden, “El tío de la lata” ese incomprensible hombre que parece ver poco, pero más listo que el hambre, que hace ruido con dos latas, para que la gente le ofrezca alguna monedilla, que no nos dejaba en el metro, se acercó al hotel a animar los pasillos, cosa que se produjo hasta avanzada la noche…
Ya por la mañana desayunamos sobre las 7 de la mañana y nos disponemos a marchar camino del metro que nos llevará a la salida de la carrera, euforia e inquietud se hacen presentes, ya nos montamos en el metro, pero a una compañera Isa el agobio del gentío le hace bajarse en antes de tiempo con Alberto, que ya resignados tienen que salir desde las últimas posiciones, no así nosotros, que nos encontramos en primera línea de salida, junto a la élite, vamos, como en la San Anton, pero con 30.000 personas más…
Hacemos un corro y nos sentamos esperando la salida, los de 7 km. entran por otro lado para, en teoría no molestar a los que corremos la media, poco a poco se acerca la hora. Y es ya en salida cuando cada uno a su ritmo y suerte comienza a pasar el puente, yo, decido pasar el puente junto a nuestro querido Palomo y Mar, han sido muchas fatigas para llegar hasta allí, y el tiempo quizás era lo menos importante, por lo que me hago entre 5 y 6 km. con ellos, que no cesan en decirme que tire que tire, ¿No sería que querían correr “solitos”? no lo sé no lo sé…
Me paro también un poco cuando veo a mis cuñados, a mi sobrino y a Rut, que después de unas fotos continúo mi camino en busca de no se quién, poco a poco iba a encontrando “Cronistas” Luis David, Pedro (me paré también para alguna fotillo), Esquinas (me paré también para otra fotillo), Galán, Juan Ortega y Eva ya casi al final sería mi ultimo compañero en alcanzar, aquí empieza mi otra carrera, me pago a unos españoles que me animan, y a 2 kms. para el final empiezan a tirar a mi forma, pero estando yo más en forma, les sigo por momentos, pero el calor y el día anterior me dicen que levante el pie un poco, les dejo marchar (si no me destrozan) y entro en 1h.58.m. que para las condiciones de la carrera, (mucho calor) y mis intermitentes paradas hacen que quede satisfecho con el tiempo.
Después de la meta, caminamos a paso lento en busca del globo, (hay que felicitar al dueño de la idea) y después de hacer algo de recuento y hablar un poco sobre la carrera, decido acompañar a Alberto a buscar a Isa a la Carpa médica, porque al parecer nuestra compañera no quería dejar la claustrofobia, y es aquí donde nos llevamos nuestra Sorpresa del día, Lorenzo se encuentra en una camilla, con suero puesto, vomitando y con una caraja inmensa.
Lo sacan fuera para que le de un poco de aire, (Isa parece estar bien) Alberto se queda con el y yo voy a buscar a Palomo, le cuento lo sucedido, y nos vamos para la carpa con Dani y Mar.
Allí deciden llevarle al hospital y me ofrezco a ir con el, el conductor de la ambulancia nos lleva con soltura y relativa rapidez por Medio Lisboa con las sirenas puestas, lo que alimenta aún más mi ansiedad, Lorenzo después se quejaba de los baches que cojia la ambulancia, y es que no sé ni como se daba cuenta, con la cara que tenía y en la situación que estaba, más bien sería que estaba como un ordenador con la memoria Volatil…
Llegados al hospital, una impresentable portuguesa en tono despectivo trata de preguntarle (ni siquiera se dá cuenta de que está vomitando, esta desorientado y casi no es capaz de articular palabra) menos mal que una de las personas que venía con nosotros en la ambulancia se prestó a hacer de interprete, pero la atención de lo que aquí en España denominamos “Triaje” deja mucho, muchísimo que desear (Puedo decirles que oficialmente he interpuesto hoy una queja ante la Embajada de España en Portugal y ante la dirección del Hospital de San Francisco Xavier de Lisboa por el trato que recibimos a la llegada a dicho hospital)
Menos mal que una vez pasados adentro una Doctora que hablaba algo de español ayudó en todo lo que pudo a nuestro compañero Lorenzo, y me tenía constantemente informado, tanto, que cuando estaba hablando con Jose Antonio y Alberto me llamó esta doctora y me comunica que le están haciendo pruebas por si todo hubiese sido por un infarto. El mundo se me viene encima, acto seguido se lo digo a los otros responsables del viaje, y mientras Palomo intenta con dificultad mantener la compostura, a Alberto se le descompone la cara como a un castillo de naipes en medio de un huracán, pero no tienen más remedio que marcharse, el bus espera y no puede esperar más, por precaución y para preservar y mantener la calma de los viajeros se decide en principio no decir nada, su esposa aguarda también, y no es hasta por la mañana cuando nos comunican que no existen males de importancia. Todo ha sido producto de un “exceso” de confianza y calor , lo que ha producido tan desdichada anécdota.
Ya Salidos del hospital, Alberto se pone manos a la obra y cual si Bill Gates se tratase en un abrir y cerrar de ojos nos organiza la vuelta, cual si grandes empresarios fuésemos (Gracias Alberto, cada uno puso su grano, y en este sentido Lorenzo y yo solo podemos agradecerte la rapidez, la eficacia y la eficiencia de las gestiones para nuestra vuelta, Gracias).
De esta forma, regresamos Lisboa Madrid en Avión, y Madrid Jaén en Tren, pero aún no estaba todo servido, gran parte del Club Cronos estaba esperánadonos para recibirnos, con banderas, y felicitaciones, que, aparte de emocionarme enormemente, agradecí especialmente y quiero agradecer nuevamente a todos y todas, fue algo indescriptible, maravilloso, y que estoy seguro nunca olvidaremos. ¡¡ GRACIAS !!
No quiero dejar de agradecer a la esposa de Lorenzo su aplomo y confianza en nosotros, porque reconozco que desde tan lejos como estábamos resulta difícil creer cualquier cosa que te digan sobre tu marido, a pesar de ello supo mantener la calma y esto se traducía en tranquilidad para nosotros, ¡ Gracias Encarni!
A continuación transcribo Literalmente el correo que el compañero Lorenzo a enviado al Club, y por consiguiente a todos los que viajaron:
En primer lugar, quiero agradecer en haber tenido la suerte de abrirme las puertas este club tan humilde y grandioso al mismo tiempo, al cual me siento lo suficiente orgulloso de pertenecer en el.
También quiero decir que me he sentido arropado por todo el club después de mi carrera tan desfavorable que se hizo en Lisboa, especialmente Andres que estuvo hasta que me dieron el alta, siempre a mi lado, sin descartar que cualquiera hubiera hecho lo mismo. También al gran representante Alberto con su gran trabajo que hizo para el regreso, a Jose Antonio Palomo como presidente destacando por su personalidad y humildad como siempre. A Encarni mi mujer por tener esa serenidad y fuerza con que me aguanta. Y especialmente agradecer a todos aquellos que que completan este club. GRACIAS A TODOS. UN ABRAZO DE CORAZÓN.
Ciertamente reconozco que fue una situación difícil y delicada, tanto personalmente para mí, como para mi compañero Lorenzo que era quien se encontraba mal. A pesar de ello, salimos adelante, gracias a nuestra previsión de lo imprevisible, gracias al apoyo de todos y todas y gracias a la comprensión del grupo.
Dicho esto, si alguien se ha sentido molesto y/o perjudicado por esta circunstancia, ruego acepte nuestras disculpas, asimismo, también espero sepa comprender que tal actuación fue debida única y exclusivamente a una circunstancia ajena a nuestra voluntad y que siempre, siempre, fue encaminada a preservar la integridad y la salud de nuestro compañero Lorenzo.
Por último quiero felicitar a todo el Grupo por “su buen rollo” durante el viaje, y que por ello, nos ha resultado mucho más fácil el viaje. Gracias también, a los compañeros del Alcazaba, por su amistad e interés en participar con nosotros en Lisboa. Y especialmente a J. A. Palomo (Es nuestro Iniesta del Cronos) y a Alberto Cortés (Xabi Alonso del Cronos) por su paciencia, comprensión y ganas en sacar todo esto adelante, Gracias.
También quiero dejar latente que hemos aprendido, mucho, muchísimo de este viaje, y que en futuras salidas, trataremos de mejorar en todo lo posible, por ello, estamos ya pensando, y digo bien, pensando en nuestra próxima cita, de que pronto tendrás noticias nuestras.
Andrés, del Cronos es…
