El pasado 27 de Marzo, muchos de los compañeros participaron en Andujar en el Cross Urbano Virgen de la cabeza, otros, como Rafa y Fernando se fueron a Linares al Distrito Minero y este el que les escribe y Dani marcharon a la Media Maratón Belmez-Espiel, con el ánimo de sacarle los colores a la denominada “Rompepiernas” y de esta forma continuar con mi preparación para los 101 de Ronda.
Salimos de Jaén en torno a las 6 de la mañana y llegamos a Espiel en tono a las 7,45 de la mañana, después del desayuno obligatorio nos montábamos en los autobuses que nos llevarían a Belmez, lugar de salida (Un año es Belmez-Espiel, y el próximo Espiel-Belmez)
Allí, unidos a la gente del Alcazaba, esperamos con relativa tranquilidad la salida, prevista para las 10,00 de la mañana, aparece Juan Alfonso, que se durmió en los laureles y llegó con la hora justa.
Nosotros ya, listos y con un calentamiento relativamente rápido, nos disponemos ya a salir en la parte media del pelotón, pistoletazo y a correr, empiezo lento y esto, unido a que me dan ganas de soltar combustible, hacen que me retrase aún más, pero la carrera es larga y con callos (durezas) así que trato de mantener un ritmo que me estabilice y me haga adelantar alguna posición.
Pero sin saber muy bien el motivo, empiezo a encontrarme cómodo, más de lo normal, y marcho a 5.15 el km. pero no quiero apretar, voy muy bien, y me conviene más la resistencia que el ritmo fuerte así que decido mantenerme y disfrutar de una carrera dura (raro pero cierto).
No obstante, no debía de ser un ritmo bajo, porque voy viendo poco a poco como voy pasando a los intrépidos que apretaron al principio, fueron cayendo poco a poco y sin esforzarme en demasía, tenía quizás una marcha más, pero no quise, o no supe , lo cierto es que ya en los últimos kms alcanzo a Juan Alfonso, que tampoco estaba a tope y me pongo a su altura, tiramos ya hasta la meta juntos, en los 200 m finales me dice que apriete, y como ya es habitual en mí, así lo hago, pero para mi sorpresa, llevo pegado a un enérgico atleta que empieza a sobrepasarme, pero toda vez que me doy cuenta de sus intenciones, cambio el ritmo y saco esa marcha que llevaba guardada, y sin mucho más esfuerzo, el compañero decide calmarse y no seguir con el envite.
Como gran recompensa una Parka Deportiva que me queda ni pintado (das tu talla en la inscripción) y que junto con la camiseta técnica, otra de algodón, el bocadillo y la cerveza, hacen que sea una Carrera digna para todos mis compañeros y por supuesto, para repetir el año próximo, porque la carrera es genial, la organización muy buena. Es más, personalmente prefiero se gasten el dinero en parkas que en pagar a atletas que a veces ni ves en las carreras en las que tu mismo participas.
Una carrera que recomiendo a todos y todas mis compañeras del Club, porque además, al menos así lo pienso, no es tan rompepiernas como la llaman, es dura, pero no tan dura...
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