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lunes, 13 de diciembre de 2010

La Pandera espera, porque volveremos...

Ciertamente ocurre que cuando no quieres hacer algo, es cuando terminas haciéndolo y con mas ganas. Y esto es lo que ha pasado el Lunes 6 de Diciembre. Casi me negaba a subir a la Pandera y por poco si damos dos vueltas…

Tal y como a nuestro Palomo se le cruzan los cables de vez en cuando, se organizó una subida a la cima de la Pandera, cual si ciclistas de la Vuelta a España fuésemos, hicimos lo propio y nos preparamos para subir el Lunes…

En el punto de partida ya llovía, y aunque ninguno me creía, yo no paraba de decir que mejoraría (ahora si me creen) no obstante marchamos  hacia en punto base de salida para ver si era posible, cuando menos comenzar.

Allí, a las faldas de la Pandera, el único que daba garantías de querer subir, ¿Quién si no? Nuestro amigo Alfonso, incombustible, como siempre, que se negaba a irse, cuando menos sin mojarse, pero como lloviznaba poco, la apuesta de los churros se desvanecía, y me resignaba finalmente a que terminaríamos mojándonos.

Ya fuera del coche, se decide subir, pero nuestra grata sorpresa es que a medida que subimos,  la lluvia da paso a una intensa niebla, que nos acompaña hasta la cima, donde la nieve hace acto de presencia, el frío es más intenso, y con más frío que Copito de Nieve  nos comemos el gélido bocadillo que no hace sino hacer que marchemos con prisas, pues no había donde resguardarse allá arriba y hacía algo más que frío.

Aquí el Sr. Palomo, posando y reposando sobre su paraguas.

Yo con mi Vejiga (Copiado de Alcorca) y las ideas de Mari-Mar (Gracias hija mía, si no fuese por esa idea no sé como hubiese bajado) y su querido esposo Palomo (de que me quedara allí que ya vendrían a por mí. ¡No te librarás tan fácilmente de mí!) decido ponerme un guante enel calzado  de futbol Sala que llevaba, por lo que al final no pude hacer más mala elección, a los hechos me remito. Pero el guante suaviza mi herida en el pie y como casi me hacía daño, me atreví a perseguir a Mari.Mar que se animaba a “trotar”, acto seguido lo  hacemos Jose y yo, que continuo hasta abajo, despacito y con buena letra, es decir, sin parar.

6 magníficos, 6, de la Ganadería de los Incombustibles

Ya abajo foto de rigor, bastante alegría por tan agradable hazaña (Al final no fue para tanto), y sobre todo, y es lo más importante, nos quedamos con ganas de hacerlo otra vez, pero para apreciar las bonitas vistas del lugar.

La foto final, símbolo de que somos más que un Club.

Y es que, nunca mejor dicho, desde el Club Cronos Jaén “Seguimos avanzando”…

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